¿Cuál es la diferencia entre los productos de terapia con luz roja de MITO LIGHT® y la lámpara de calor infrarroja que quizá tenía tu abuela? Esta es una de las preguntas más habituales que recibimos. En este artículo, explicaremos cuáles son las diferencias tecnológicas fundamentales que también se traducen en efectos distintos sobre nuestra biología.
La principal diferencia es el mecanismo de acción de estos dos dispositivos. Mientras que nuestros dispositivos MITO LIGHT® utilizan tecnología LED y se enfocan principalmente en aumentar la eficiencia de las mitocondrias en la producción de energía celular ATP mediante el uso de longitudes de onda específicas y cuidadosamente seleccionadas de luz roja y luz infrarroja cercana, las lámparas de calor infrarrojas convencionales emplean tecnología halógena y funcionan principalmente sobre el principio de la termoterapia, ya que la gran mayoría de la energía que emiten es calor infrarrojo.
¿Por qué usamos tecnología LED? Porque las mitocondrias responden a la luz con longitudes de onda que van aproximadamente de 600 a 1000 nm (R). Además, dentro de este rango hay varias partes específicas particularmente eficientes. La tecnología LED moderna nos permite seleccionar los mejores espectros y aprovechar todo su potencial con alta irradiancia. Los cromóforos en las mitocondrias (en particular la citocromo c oxidasa) absorben este tipo de luz, lo que conduce a un aumento del potencial de membrana mitocondrial, del consumo de oxígeno, de la producción de trifosfato de adenosina (ATP) y a un aumento transitorio de las especies reactivas de oxígeno (ROS), que a su vez se traduce en una mayor actividad antioxidante. Estos efectos dan lugar a una amplia gama de beneficios sobre nuestra energía, rendimiento, cognición, función hormonal, calidad de la piel y recuperación de músculos, tendones o articulaciones, entre muchos otros.

Los dispositivos MITO LIGHT® utilizan dos tipos de espectro de luz. El primero es el espectro rojo visible con longitudes de onda de 660 y 670 nm, que es absorbido principalmente por la piel y es importante para mantenerla sana y juvenil. El segundo es el espectro infrarrojo cercano, con longitudes de onda de 830 y 850 nm, que penetra más profundamente en el cuerpo.

Desafortunadamente, las lámparas de calor infrarrojas halógenas convencionales no tienen la posibilidad de seleccionar longitudes de onda específicas y se basan en un amplio rango que va desde el rojo hasta el infrarrojo lejano. Por ello, terminan emitiendo solo un porcentaje mínimo de las longitudes de onda efectivas que actúan sobre las mitocondrias. De hecho, la mayor parte del espectro genera calor, que también puede tener algún efecto positivo, como aumentar el flujo sanguíneo, pero por lo demás es diametralmente diferente de los efectos del espectro rojo y del infrarrojo cercano.

¿Sigue habiendo dudas? Para una comprensión definitiva de este tema, es importante entender que el espectro infrarrojo tiene tres tipos, que difieren mucho en su efecto. El primero es el espectro infrarrojo cercano, a menudo denominado NIR o IR-A. Este espectro tiene las longitudes de onda más cortas, en un rango aproximado de 750 a 1400 nm. Como resultado, emite solo calor moderado y penetra en el tejido subcutáneo. Sin embargo, solo una parte es absorbida directamente en las mitocondrias; las longitudes de onda por encima de 1000 nm son absorbidas por el agua. Debido a estas propiedades específicas, es la parte más interesante de todo el espectro infrarrojo, y por eso la utilizamos en nuestros dispositivos MITO LIGHT®.

Longitudes de onda de una lámpara de calor infrarroja (R)
Esperamos que este artículo te haya ayudado a entender las diferencias entre los dispositivos MITO LIGHT® y las lámparas de calor infrarrojas convencionales. Sin embargo, si tienes más preguntas, no dudes en escribirnos o llamarnos y estaremos encantados de explicarte todo.